La prosperidad no se trata solo de riqueza material; la prosperidad mental es fundamental para vivir una vida plena y equilibrada. Cuidar de nuestra mente nos permite ser agradecidos, apreciar lo que tenemos, ayudar a los demás y mostrar más compasión ante las necesidades de otros. Además, nos ayuda a ver las dificultades como oportunidades de aprendizaje y crecimiento, convirtiéndonos en personas más capacitadas para brindar amor, apoyo y misericordia.
Agradecimiento
El estrés nos hace desconectarnos mental y emocionalmente, fija nuestra atención en lo negativo y lo maximiza. Nos hace perder de vista lo que tenemos y nos llena de queja. Agradecer lo que tenemos y somos, nos hace personas más resilientes y capaces de enfrentar la vida con una perspectiva positiva para la vida.
Oportunidades
Cuando estamos en el proceso de crecimiento personal nuestra forma de ver el mundo y las circunstancias cambian, teniendo otras perspectivas. En medio de las tormentas en vez de desalentarte, aprovecha la oportunidad que tienes para crecer en valor, conocimiento, fortaleza, sabiduría y experiencia, para que un día puedas levantar a otros.
Compasión
Un fruto valioso de la prosperidad mental es la compasión. Cuando cultivamos una mente próspera, nos volvemos más sensibles ante las necesidades y sufrimientos de los demás. Esta sensibilidad nace de un lugar de equilibrio y bienestar interno, lo cual nos permite mirar más allá de nuestras propias preocupaciones y enfocarnos en el bienestar de los demás.
Dra. Francyne Soto, Licenciada en psicología graduada de la Universidad Fidélitas. Incorporada al Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica.