La infidelidad es una de las pruebas más difíciles que una relación de pareja puede enfrentar, ya que atenta directamente contra uno de los pilares fundamentales de la relación: la confianza. Cuando una persona descubre que su pareja ha sido infiel, se produce una ruptura emocional que genera sentimientos de traición, dolor, ira, conmoción y una profunda inseguridad en la relación. ¿Se puede restaurar la confianza después de una infidelidad? Si se puede, pero requiere:

✔ Compromiso y voluntad de ambos

✔ Espacios de comunicación sincera y sin reproches

✔ Reparar el daño con acciones, no solo palabras

✔ Acompañamiento profesional para sanar y aprender juntos

Además de la afectación en la confianza dentro de la pareja, la persona traicionada puede experimentar una pérdida de confianza en sí misma. En medio del dolor, la ira, la tristeza y la confusión, es común que surjan pensamientos autocríticos, dudas sobre su propio valor e incluso sentimientos de culpa, llevándola a cuestionarse si hizo algo mal o si no fue suficiente para su pareja.

Una infidelidad también afecta a la persona que cometió la falta y a la dinámica de la relación en general. En esta pueden surgir sentimientos de culpa, vergüenza, desesperación al creer que no será perdonada (o) enojo y miedo al futuro, lo que dificulta la comunicación y la toma de decisiones. Muchas veces, la pareja se enfrenta a la incertidumbre de si podrán sanar o si lo sucedido marcará un punto de no retorno.

Sin embargo, pese a este panorama de desesperación, de tristeza y dolor, es posible sanar y es posible reconstruir la confianza. No es un proceso automático ni sencillo, pues requiere compromiso de ambos, transparencia y mucha comunicación por parte de quien engañó. La reconstrucción de la confianza es un proceso con múltiples desafíos e interrogantes, por lo que el acompañamiento de un profesional en el tema es esencial.

Factores que influyen en la recuperación de la confianza

1. Arrepentimiento genuino: La persona que cometió la infidelidad debe mostrar un arrepentimiento sincero. Esto implica reconocer el daño causado, asumir la responsabilidad sin excusas y estar dispuesta a trabajar activamente en la reparación de la relación.
2. Transparencia total: Para reconstruir la confianza, es crucial que la persona que ha sido infiel adopte una actitud de honestidad absoluta. Esto puede resultar incómodo e incluso vergonzoso, ya que la persona traicionada suele sentir la necesidad de conocer detalles y obtener respuestas a sus preguntas. Esto implica no solo admitir lo sucedido, sino también estar dispuesto a dialogar con sinceridad, sin minimizar lo ocurrido ni evadir la responsabilidad. Aunque puede ser un proceso difícil, es un paso esencial para que la pareja pueda avanzar en la sanación y reconstrucción de la relación.
   Puede incluir acceso a dispositivos o redes sociales, aclaraciones sobre horarios y actividades, y dar por terminado todo vinculo con la persona con quien se fue infiel. No se trata de un control excesivo, sino de demostrar que se puede confiar nuevamente.
3. Compromiso mutuo con la relación: Ambos deben estar dispuestos a hacer esfuerzos para fortalecer la relación. Esto puede implicar acudir a terapia de pareja, establecer acuerdos claros y reforzar la comunicación abierta y respetuosa. Hacer cambios en la vieja dinámica de la relación y atender aspectos importantes que se hayan descuidado.
4. Gestión emocional y paciencia: La reconstrucción de la confianza es un proceso que requiere tiempo, paciencia, empatía, humildad, dedicación y mucho amor. El tiempo que toma para que las aguas bajen muchas veces es incierto, pero se promedia entre 6 meses a dos años. Para muchas parejas, enfrentarse a esta realidad puede ser desalentador, especialmente cuando el deseo de volver a la normalidad choca con el dolor y la incertidumbre.

La confianza es frágil, se construye con esfuerzo, pero puede romperse en un instante. Después de una infidelidad la persona traicionada necesita sentir seguridad nuevamente, mientras que la persona infiel debe demostrar con hechos su compromiso genuino con el proceso de sanación. La clave está en la paciencia y en una gestión emocional adecuada, donde ambos miembros de la pareja aprendan a manejar sus emociones sin precipitarse ni rendirse ante las dificultades del camino.

El perdón es un proceso y aunque por lo general la persona que cometió la infidelidad y se arrepiente de todo corazón y desea el perdón de su pareja, debe comprender que al ser un proceso, requiere de paciencia y que, así como tomó el tiempo para cometer la falta es importante que invierta el tiempo necesario en este.

Reflexión Final sobre restaurar la confianza después de una infidelidad

La reconstrucción de la confianza después de una infidelidad es un camino que solo puede recorrerse con voluntad y compromiso de ambas partes. No es un proceso lineal y requiere esfuerzo constante, pero si ambos están dispuestos a sanar, aprender y fortalecer la relación, es posible construir una nueva base de confianza y verdad.

Si estás atravesando una crisis de infidelidad en tu matrimonio o relación, es fundamental que no intenten afrontarla solos. Por lo general es un proceso difícil, doloroso y confuso, en el que a veces puede parecer que no hay avances. Aunque haya amor y la decisión de seguir adelante, este camino atraviesa distintas etapas, y muchas parejas terminan estancadas en alguna de ellas, especialmente cuando la herida es profunda. Por eso, contar con el acompañamiento de un profesional con experiencia en este tipo de situaciones puede marcar la diferencia en el proceso de sanación y reconstrucción. En Renovada mente nos gustaría acompañarte y ayudarte en ese proceso, contáctanos para más información.